Jubilarse en España es una opción atractiva para muchos ciudadanos europeos que han trabajado en distintos países de la UE. Sin embargo, es fundamental comprender las implicaciones fiscales, las normativas europeas aplicables y las particularidades que rigen en España para garantizar una transición sin sobresaltos. En este artículo abordamos los aspectos clave que necesitas considerar, desde la residencia fiscal hasta los convenios de doble imposición.
El marco normativo europeo sobre jubilación
En la Unión Europea, la coordinación de los sistemas de seguridad social garantiza que los ciudadanos que han trabajado en varios países europeos puedan disfrutar de sus derechos a la pensión sin perder las contribuciones realizadas. Las normativas europeas aseguran que cada país en el que hayas trabajado evalúe tus aportaciones y pague su parte correspondiente de la pensión, en función del tiempo trabajado en cada lugar. Esto es especialmente relevante para quienes deciden mudarse a otro estado miembro al momento de jubilarse.
Residencia fiscal en España: ¿Cuándo debes tributar?
Para determinar si debes tributar en España, es esencial comprender el concepto de residencia fiscal. Una persona se considera residente fiscal en España si:
- permanece en el territorio español más de 183 días durante el año natural
- tiene en España el núcleo principal o base de sus actividades o intereses económicos
- su cónyuge e hijos menores de edad residen habitualmente en España
Si cumples con alguno de estos criterios, deberás declarar tus ingresos, incluyendo las pensiones recibidas del extranjero, en tu declaración de la renta en España.
Tributación de las pensiones en España
En España, las pensiones se consideran rendimientos del trabajo y, por tanto, están sujetas al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Sin embargo, la tributación de las pensiones extranjeras varía según el tipo de pensión:
- pensiones públicas: las pensiones abonadas por organismos públicos extranjeros suelen tributar exclusivamente en el país que las paga, siempre que el beneficiario no sea residente fiscal en España. En caso de ser residente, podrían estar exentas, dependiendo del convenio de doble imposición entre España y el país pagador
- pensiones privadas: las pensiones provenientes de fondos de pensiones o planes privados tributan en España si el beneficiario es residente fiscal. Estas se integran en la base imponible general y se someten a la escala progresiva del IRPF
- pensiones complementarias: las pensiones complementarias incluyen aquellos planes de pensiones adicionales gestionados por empresas o entidades privadas, diseñados para complementar la pensión estatal. Si has acumulado derechos en este tipo de planes en otros países de la UE, las normativas europeas te garantizan el acceso a ellos al jubilarte en España. En general, estas pensiones deben ser declaradas en España y tributan como rendimientos del trabajo, y puedes solicitar información adicional a la entidad gestora del país de origen para comprender los detalles específicos.
Obligación de declarar las pensiones extranjeras
Como residente fiscal en España, estás obligado a declarar todas tus rentas mundiales, incluyendo las pensiones procedentes del extranjero. Es importante tener en cuenta que estas pensiones pueden no aparecer automáticamente en los datos fiscales proporcionados por la Agencia Tributaria, por lo que deberás incluirlas manualmente en tu declaración de la renta.
Doble imposición y deducciones
Si tu pensión extranjera ha sido objeto de retenciones fiscales en el país de origen, podrías enfrentarte a una doble imposición. Para mitigar este efecto, es posible aplicar una deducción por doble imposición internacional en tu declaración de la renta en España. Este proceso implica indicar el importe de las retenciones soportadas en el extranjero para evitar pagar impuestos dos veces por el mismo ingreso.
Trabajar en España antes de la jubilación o mudarse después:
1. caso de haber trabajado en España en los últimos años
Si trabajaste en España durante los últimos años de tu vida laboral, tus aportaciones al sistema de Seguridad Social español se sumarán a las realizadas en otros países de la UE para calcular tu pensión. Este proceso se coordina a través del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y sus homólogos europeos, siguiendo las normativas de la UE. Cada país calculará la parte proporcional de tu pensión en función de los periodos trabajados y las contribuciones efectuadas en su territorio
(Por ejemplo, si has acumulado 10 años de cotizaciones en España y otros 15 en otro país de la UE, se considerará el total de 25 años para determinar si cumples los requisitos de acceso a la pensión. Posteriormente, cada país calculará y pagará su parte proporcional. Esto garantiza que no pierdas derechos adquiridos por haber trabajado en varios estados miembros.)
2. Mudarse a España tras la jubilación:
Si decides mudarte a España después de haberte jubilado en otro país, es necesario notificar a las autoridades fiscales españolas y al organismo que gestiona tu pensión en el extranjero. Además, deberás registrar tu residencia fiscal en España para evitar problemas administrativos y garantizar que se aplican correctamente los convenios de doble imposición.
Convenios de doble imposición: ¿cómo afectan a tu pensión?
España tiene firmados convenios de doble imposición con numerosos países europeos, cuyo objetivo es evitar que los ingresos, incluidas las pensiones, tributen dos veces. Dependiendo del país que pague tu pensión y del convenio aplicable, esta podría:
- tributar exclusivamente en el país de origen
- tributar solo en España (si eres residente fiscal)
- estar sujeta a una exención parcial o total en uno de los dos países
Es fundamental revisar el convenio correspondiente para entender cómo se aplican las reglas a tu caso específico.
En definitiva, jubilarse en España ofrece numerosas ventajas, como un clima agradable, un sistema sanitario público de calidad y una rica vida cultural. No obstante, para disfrutar plenamente de esta etapa, es crucial entender las normativas fiscales y los derechos adquiridos en los distintos países donde has trabajado.
Por esto, para una correcta gestión de las pensiones y la residencia fiscal, es siempre aconsejable contar con el asesoramiento de un despacho de abogados especializado en derecho internacional.